investigar en el campo supone penetrar en un escenario y ver lo que (realmente) ocurre en su contexto...

Tuesday, August 08, 2006

a vueltas con la (re)presentación en investigación cualitativa...

La forma de presentar los datos en investigaciones cualitativas es un aspecto central a menudo soslayado. Esto, que afecta desde siempre a investigaciones en el campo físico, se vuelve especialmente crítico en los estudios cuali sobre/de/en/ el ciberespacio. El mismo Joan Mayans dio cuenta de ello en su etnografía sobre los canales de Chat [Ver “Género Chat. O cómo la etnografía puso un pie en el ciberespacio”]. Si no recuerdo mal, Joan optó por presentar compiladas las producciones verbales de los internautas tal y como habían sido generadas, en formato texto escrito y sin representación alguna. Para salvar la brecha con la realidad de los canales de Chat —en el modo en que los usuarios entendían esa realidad—, recurrió a una explicación previa muy clarificadora sobre la aportación de los emoticonos a la comunicación paraverbal.
La ciencia social “preformativa” aboga por trasvasar esa línea, para lo que recurre a la estética a fines de (re)presentar los datos obtenidos en la investigación. Dado que la realidad es una construcción social —e Internet lo es especialmente—, el compromiso con la verdad y el mismo valor de la investigación está en obtener una visión lo más ajustada posible a las representaciones que los sujetos, en diálogo con el investigador, hacen de los “temas” (puede que la terminología de los “temas” remita en exceso al método etnográfico, pero es apropiada a este caso) generados (inducidos) en el estudio. En mi opinión, este discurso, de claras raíces postmodernas, puede ser la base para representar igualmente los datos de investigaciones cualitativas en una modernidad-digital definida a partir de la estructura social-cultural de Internet y toda la parafernalia a su alrededor.
Tomaré un ejemplo clarificador de un artículo ya aludido de Kip Jones [Jones, Kip (2006). A Biographic Researcher in Pursuit of an Aesthetic: The use of arts-based (re)presentations in “performative” dissemination of life stories. Qualitative Sociology Review, Vol. II Issue 1, pp. 66-85]. Kip (re)presenta del siguiente modo los textos narrativos de una historia de vida:



Pero, ¿cómo se llega a ese nivel analítico? Kip explica su personal proceso inductivo: “Comienzo a construir un representación estética a través de una inmersión inicial en los datos y la subsiguiente discusión, con un espíritu colaborativo y de forma intuitiva. Por ejemplo, elijo un color en la paleta para cada período histórico que ella [la entrevistada n. d. r.] describe, y que es reflejo de una etapa (por ejemplo, la vida cuando era chica en las praderas del oeste: tonos terrosos; los años de la guerra: rojo y negro; los sesentas: colores sicodélicos calientes). También tomé una pista de la narración de Mary donde habla de un estilo de escritura particular desarrollado por ella misma” (Jones 2006, p. 77). Esta última trascripción sobre su el estilo de escritura de la entrevistada queda como sigue [puede verse la transcripción completa en Jones, Kip (2004, September). Thoroughly Post-Modern Mary [A Biographic Narrative Interview With Mary Gergen]. FQSorum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research [Online Journal], 5(3), Art. 18]:



Desde el enfoque de la ciencia performativa es posible pues representar los datos verbales (ya sean en soporte escrito o hablado) recurriendo a la estética gráfica, de manera se vea reflejada la construcción social a la que se alude.
En mi opinión, sería deseable recurrir a ese tipo de técnicas para (re)presentar datos de investigaciones cuali en el entorno del ciberespacio, a fin de lograr su mejor contextualización. Hasta donde se, siguiendo esta línea se está trabajando ahora con el multimedia digital y la estética del diseño gráfico como herramientas...
Seguimos...

2 comments:

tiberio said...

La representación me parece muy importante, pero también es muy importante la forma de construir el conocimiento. Esa podría ser una diferencia entre la ciencia y el arte. En la ciencia nos importa la verdad; en el arte, no existe ese problema. No sé si podemos prescindir de esa cuestión.
En ese sentido, creo que un enfoque cualitativo debe permitirnos descubrir verdades desde otra perspectiva y tenemos dificultades para construir esta perspectiva. Incluso parece que, en ocasiones, se incluye en este enfoque lo que simplemente no cumple los requisitos del cuantitativo.
Debemos preocuparno por estas situaciones. En cuali, igual que en cuanti, igual que cocina, hay cosas que valen y otras que no.
Un ejemplo que concoerás como yo es la justificación que se hace de estudios cuali simplemente porque se ha utilizado un software. Es una aberración. Es como si por utilizar un pincel se me considerase un artista de la pintura.
Éstas son algunas de las cosas que me preocupan.
Tibe

Daniel Dominguez said...

Del todo de acuerdo Tibe…
El tema de la distinción entre arte y ciencia también ha ocupado al propio Kip, cuando trata de fundamentar la esencia de la ciencia preformativa. Transcribo (y traduzco) un pasaje del artículo http://www.qualitativesociologyreview.org/ENG/Volume3/QSR_2_1_Jones.pdf en el que Kip Jones (2006) presenta la entrevista biográfica a Mary Gergen http://mary.gergen.socialpsychology.org/ y en el que aparecen esas formas de representación basadas en iconografías y grafismos de letras.
“No obstante, existe el peligro de que, en nuestro entusiasmo en abrazar las artes como ciencia social, podamos, por un lado, reducir nuestras concepciones de las posibilidades de las artes y las humanidades, y por otro lado ir más allá de nuestro alcance y posibilidades. Somos demasiados los que nos hemos vuelto actores principiantes en dramatizaciones embarazosas dentro de algunas tentativas de científicos sociales. Me temo que la exclamación de Mickey Rooney a Judy Garland: “¡Ya se lo que haremos! ¡Montaremos un show!”, a veces es tomada en el sentido literal por algunos entusiastas de las posibilidades que tiene lo “performativo” para la narración de datos. Desde una perspectiva abierta, la ciencia social “performativa” permite incluir más posibilidades que simplemente cambiar narrativas en producciones escénicas. En el arte existen una plétora de modelos y métodos de producción (facilitados de forma creciente por las tecnologías amigables) que merecen se exploradas más allá, en orden a enriquecer la diseminación de nuestros datos” (Jones, 2006, p. 71).
En mi opinión, de lo que trata la ciencia performativa no es de acceder a los datos y dotar de “cientificidad” al proceso de investigación. De eso ya se encargan los distintos métodos… Por ejemplo, en su artículo, Kip hace uso de la entrevista biográfica con todo el bagaje científico “cuali” a su disposición. Más bien, lo performativo en investigación cualitativa pretende ampliar las posibilidades de representar e interpretar los significados que se generan durante la investigación. Y para ello recurre a ciertas tecnologías y medios de expresión artística.
Emmm… y qué decir de los diversos subterfugios que emplean algunos investigadores para justificar la cientificidad de sus estudios cuali (una y otra vez… en una espiral que hoy por hoy carece de sentido por completo), incluido el recurso al software de análisis de datos “blandos”… en fin, simplemente no alcanzo a entenderlo…