investigar en el campo supone penetrar en un escenario y ver lo que (realmente) ocurre en su contexto...

Sunday, September 24, 2006

de mapas y artefactos en investigación y representación cualitativa...

"Hace cuatro años, cuando tuve por primera vez un teléfono móvil con cámara integrada, descubrí una herramienta increíble que podía capturar fragmentos de realidad y además difundirlos de inmediato a través de aquel gigantesco megáfono que es Internet". Así abre un artículo imprescindible en Babelia, el suplemento cultural de El País, sobre el videoartista Antoni Abad, último galardonado en los Premios Ars Electrónica.
Las resonancias entre el arte y la ciencia ofrecen muchas posibilidades de representar significados en la investigacion cualitativa. Ésto, que es el centro de interés de la Ciencia Social Performativa, se pone especialmente de manifiesto cuando se emplean tecnologías digitales como herramienta de investigación central. Ese es el caso de un tipo de aproximación etnográfica que está más allá de la visión de las TIC como campo de estudio, y se ocupa de integrar a aplicaciones y artefactos (digitales y analógicos) en el proceso de indagación cualitativa. El propio Abad sintetiza estas ideas cuando afirma: "mis obras combinan arte y tecnología, tiene vertiente antropológica y sociológica".
Una segunda idea extraida del artículo procede de Canal Accesible, el trabajo que dió lugar al premio Ars Electrónica. Esa idea es la del mapa como forma gráfica de representación y acción. Según Abad, "con Canal Accesible se pasa de la descripción de la realidad a la denuncia y la reivindicación, que se materializa en un mapa, en permanente actualización, de los puntos negros de la Barcelona inaccesible: barreras arquitectónicas, dispositivos adaptados que no funcionan y casos de incivismo". La idea de mapear la realidad de acuerdo con los significados cualitativos que mantienen la tensión entre contexto y discurso construido en/a-partir-de-éste, es una forma de representación ciertamente potente. Google-Maps permite plasmar esta tensión en la Red y hacer accesible contexto y discursos a otros agentes interesados. También ciertos enlaces analógicos pueden apoyar la construcción: "Cada idea tiene su forma de materializarse (...) las exposiciones y el libro que se acaba de publicar deben considerarse enlaces analógicos al proyecto (...) en ciertos casos son más eficaces los medios analógicos", afirma Abad.
Seguimos...

Friday, September 22, 2006

"The One About Princess Margaret", by Kip Jones 2006



"Princes on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made"
--Bob Dylan, 'Like a Rollin' Stone', Copyright 1965 Warner Bros, Inc.

[video-performance]

Sunday, September 03, 2006

el método de estudio de la etnografía virtual no consiste (sólo) en analizar las comunicaciones en un espacio virtual...

El método etnográfico ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del tiempo. Cuestiones como la permanencia en el campo, las técnicas de investigación o la ética, directamente vinculada a la observación participante, han tomado valores diferentes con el paso de los años y a medida que han variado los contextos, preceptos epistemológicos o los marcos interpretativos en la investigación cualitativa. Ahora, con la etnografía virtual, hay una tendencia a asumir algunos principios metodológicos como preestablecidos. Ese es el caso de un postulado que viene a decir:
“La etnografía virtual asume una serie de estrategias de investigación, siendo la más empleada la de la aproximación a la comunidad desde la perspectiva etnográfica de la comunicación (por ejemplo, la aproximación etnográfica sociolingüística) para situar las reglas y regularidades que limitan el espacio del campo”.
A partir de ahí, o para llegar ahí, también se suelen asumir regularidades que van, desde acudir a las FAQ (preguntas frecuentes) de la comunidad virtual o recopilar los mensajes publicados en los foros, hasta realizar encuestas electrónicas o entrevista a través de correo electrónico. Ese es un tipo de investigación muy interesante desde el punto de vista social y cultural, ya que permite conocer la evolución y el estado actual de una comunidad virtual determinada. Desde ese enfoque, la comunidad virtual se toma como el campo de observación en el sentido bourdieuano [Véase Bourdieu, Pierre y Loic Wacquant, Respuestas. Por una antropología reflexiva, México, Grijalbo, 1995], es decir, se trata de un espacio de juego determinado mediante regularidades de conducta y reglas aceptadas. Mediante el rastreo de los mensajes y conociendo las reglas que regulan la comunidad, el investigador puede acceder al comportamiento y la temática de esa comunidad virtual, a su visión, a las peculiaridades que la definen y la diferencian del resto. Igualmente, aplicando la perspectiva de Hymes es posible determinar las principales regularidades sociolingüísticas que, desde un punto de vista cultural, son básicas para explicar los comportamientos en comunidades virtuales basadas en el intercambios de mensajes simbólicos en formato texto.
Esas estrategias son muy prácticas cuando se trata de hacer etnografía virtual, etnografía del ciberespacio. Sin embargo todas ellas pueden ser ampliadas de un modo más abierto cuando hablamos de hacer etnografía en/desde/con/entre Internet. Considerar Internet en un sentido etnográfico supone igualmente problematizar la tecnología que la soporta y hacerlo en el contexto de la sociedad donde se ha creado. Para Latour (2006), estamos viviendo en un mundo donde los vínculos sociales se establecen por medio de los significados que posibilitan artefactos construidos de forma artificial. Problematizar y mostrar extrañamiento ante la tecnología de Internet puede ayudar a convertir los métodos cualitativos de la entrevista y la observación en elementos centrales de una etnografía en/de Internet y sus fenómenos asociados. El objetivo entonces será el de gestionar las “anomalías” (Werner y Schoepfle, 1987) de Internet en su conjunto durante el período de investigación para hacer, a continuación, un análisis del contenido de los datos y representarlos de modo etnográfico. Y para ello será necesario emplear nuevos métodos adecuados a un campo así definido.
Es claro que la etnografía no consiste en una suma de métodos cualitativos, sino en la comprensión de una cultura haciendo uso de esos métodos de forma sistemática (científica). En el terreno metodológico, al etnografía virtual también necesita replantearse la “crisis del método”, pero de una forma específica. Puede que visitar foros, preguntar a los participantes y analizar listados de FAQs no sea suficiente para acceder a los códigos culturales de una determinada comunidad. Igualmente un tipo de análisis del contenido textual (el producto cultural de la comunidad) basado únicamente en la codificación y categorización, puede no ser del todo eficaz para comprender el sentido profundo de las comunicaciones. Del mismo modo que el cognitivismo y la etnología ayudaron en los años sesenta a la superación de la crisis del método en la etnografía, en la actualidad son otras los recursos metodológicos a disposición de los investigadores para acceder a las formas culturales vinculadas a la red. La crisis de los sesenta se apoyó en la etnología para ayudar al investigador a adquirir un conocimiento de la cultura que estaba estudiando para poder así intercambiar significados a sus interlocutores. Entonces se trataba de que ambos, investigador e investigado, compartieran los mismos códigos culturales para que entre ambos se pudiera dar un diálogo significativo para la investigación.
Pero, cómo conocer más profundamente una comunidad virtual, o una comunidad formada por personas que interactúan en el terreno de Internet y trasladas sus acciones también al campo de acción físico (como ocurre, por ejemplo, con la mayoría de comunidades de blogers). En otros post hemos hablado del constructivismo social (Gergen y Gergen, 2003) y la ciencia social preformativa (Jones) como respuestas epistemológicas y teóricas. En el terreno específicamente metodológico, el análisis de redes sociales puede ser un enfoque de amplio recorrido para la etnografía en/de Internet.
Veamos un ejemplo extraído del trabajo de campo en comunidades virtuales con finalidades formativas en torno a foros virtuales. En otro trabajo (Domínguez y Alonso, 2005, p.385) [Combined Evaluation of On-Line Learning Communities. En Méndez, A.; González, B; Mesa, J. y Mesa, J.A. (Eds.), Recent Research Developments in Learning Technologies, Badajoz (Spain), FORMATEX, pp. 384-389] comentábamos que:
“Determinados comportamientos con escaso potencial formativo en situaciones offline, demuestran ser decisivos para articular gran parte del conocimiento generado en un foro virtual. En nuestras observaciones hemos visto con frecuencia mensajes con un contenido irrelevante desde el punto de vista pedagógico que, sin embargo, adquirieren una importancia central dentro del foro, agrupando comunicaciones y generando debate y reflexión en torno a ellos. (…) la explicación a esas desviaciones en las contingencias y reciprocidades comunicativas en el ciberespacio –y otras encontradas en foros educativos, como la ausencia de relación entre número de mensajes emitidos y respuestas obtenidas o entre la tipología del discurso, más o menos estructurada, y la resolución de dudas en el grupo– no son resueltas adecuadamente en las [actuales] investigaciones de corte etnográfico, lo que lleva a buscar otros enfoques complementarios que permitan enriquecer el estudio pedagógico de las comunidades virtuales.
El análisis de redes sociales (ARS) está en condiciones de rellenar esa clase de lagunas. Fuera de los razonamientos positivistas, los métodos estructurales y de ARS permiten explicar en términos relacionales el peso de un mensaje dentro de la red de comunicación establecida en un foro virtual. Y también, considerando los atributos personales de los participantes, el ARS aporta claves relevantes que pueden explicar los procesos de socialización en una determinada comunidad. Tomados como nodos dentro de una red de comunicación, algunos mensajes en foros virtuales pueden analizarse por su contenido empleando técnicas de análisis de datos cualitativos ‘blandos’, pero su relevancia como parte de la matriz relacional de todos los mensajes al foro posee además una justificación en términos de centralidad, conectividad o grado de intermediación de ese nodo con los demás de la red. En ese sentido, al ARS no viene a interponerse a los métodos cualitativos clásicos, simplemente enriquece el análisis aportando informaciones sobre el estado de la cuestión que permiten reflexionar nuevamente acerca de los procesos –sociales o de aprendizaje– que tienen lugar en el seno del grupo.”
Esta aproximación también es citada por Anne Beaulieu (2004) en referencia a la no-subjetividad del etnógrafo. Beaulieu menciona el trabajo de Howard (2002), basado en el método de la “etnografía reticular”, que emplea al ARS para estudiar el cómo y los términos de las organizaciones hypermedia. Integrado en la etnografía este método hace posible que, por un lado el etnógrafo identifique los comportamientos más próximos en el conjunto de relaciones reticulares y, además, permite acceder a la distribución de las relaciones en el conjunto de la red. “El objeto del estudio [de Howard] se produjo aquí por abstracción de ciertos comportamientos o funciones individuales, y la representación de esos comportamientos en el campo es determinante. Los elementos de la interacción con los actores son modelados por la identificación de sitios de trabajo de campo a través del uso de procesos automatizados” (Beaulieu, 2004, p.149).
Estos enfoques novedosos aplicados a la etnografía virtual hacen que el centro de atención pase de la comunicación a la intermediación, y del análisis holístico del contenido a mediaciones concretas, como las que posibilitan procesos situados que dan lugar a construcciones sociales localizadas. En ese sentido, la etnografía virtual podría entenderse como una etnografía estructurada en torno a casos concretos dentro y fuera de la red, vinculados entre sí por medio de complejas relaciones mediadas por artefactos tecnológicos, de los que Internet solo sería uno más de ellos. Por consiguiente, resolver la nueva crisis del método etnográfico cuando entran en juego factores tecnológicos digitales, tendría que ver con afrontar y resolver con el uso de métodos de penetración, análisis y representación, la complejidad del entramado relacional que está implicando a sujetos y a máquinas al mismo tiempo.
Seguimos...