investigar en el campo supone penetrar en un escenario y ver lo que (realmente) ocurre en su contexto...

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Saturday, March 22, 2008

“The one about Princess Margaret” cobra vida propia en el ciberespacio...



Esta pequeña obra de arte es un proyecto concebido como cruce de caminos entre diversas metodologías de la ciencia cualitativa y con diversas finalidades. Se trata de una autoetnografía apoyada en recursos audiovisuales que emplea el potencial divulgativo de Internet para llegar a un amplio auditorio y evaluar los efectos de publicar una propuesta de estética relacional de este tipo.

Los fundamentos del proyecto se encuentran disponibles en este artículo científico, pero recientemente la Universidad de Leicester ha incluido el caso en el sitio ESRC Training Researchers in Online Research Methods (TRI-ORM), un repositorio que se apoya en la lógica de los recursos educativos abiertos y que aloja materiales y casos de estudio sobre métodos de investigación 'online'. Entre las muchas cosas que Kip comenta en el sitio de "The one about Princess Margaret" en TRI-ORM, destacan las conclusiones del proyecto: "La principal conclusión fue que los ambientes abiertos y libres de Internet complementan las tediosas publicaciones de la academia y son un punto de partida para explorar nuevas respuestas a cuestiones sobre la evaluación y la ética de la Ciencia Social Performativa".

Monday, April 09, 2007

Volumen Temático FQS: Ciencia Social Performativa, Mayo 2008...

Contexto de la convocatoria

Herramientas de trabajo como la fotografía, la música, la danza, la poesía, las instalaciones y montajes audiovisuales, los monólogos dramáticos y las representaciones teatrales se han incorporado muy recientemente al equipaje del investigador cualitativo. Asimismo, lo "performativo" –-en el mas amplio sentido de la palabra-– se ha convertido en una "marca" con la que muchos investigadores pretenden difundir una serie de trabajos que van más allá del uso del PowerPoint en presentaciones a conferencias o en las contribuciones a publicaciones científicas tradicionales.

Los científicos del ámbito de la Ciencia Social Performativa se cuestionan continuamente las barreras que encuentran en su trabajo. Desarrollan métodos de investigación y de diseminación de resultados tomando las artes como base y plataforma de comunicación, con el propósito de investigar más a fondo en sus respectivas áreas de trabajo y de llegar a audiencias más amplias y heterogéneas. Esto es una buena noticia no solo para aquellos que participan en la investigación y que, por tanto, tienen mas oportunidades de verse involucrados en actividades performativas, sino también para el publico en general al que deberían dirigirse los resultados en ultima instancia.

En lo referido a las Ciencias Sociales, lo "performativo" se relaciona con el poder de la comunicación y con la implicación natural del publico, ya sea éste compuesto de padres o de estudiantes, ya sea físico o virtual, y tanto en grupos, individuos o multitudes. Pensamos que esta manera emergente de expresar los resultados de una investigación necesita una base firme en la que fundarse y que sirva además para animar a la reflexión a un mayor numero de investigadores.

Saturday, November 11, 2006

el impacto científico de la web…

El ‘performance’ científico cualitativo encuentra un campo de desarrollo natural en la Web, allí donde converge todo lo digital. Esta es una norma que no solo cumple en el caso de la ciencia preformativa, sino que, en general, puede ser aplicada al resto de áreas de conocimiento científico-social. Junto con el aspecto de la representación, el impacto científico de la web está provocando que se replanteen algunos de los principios clásicos de la difusión de conocimientos e investigaciones en “la academia”.
Tradicionalmente, cuando un autor presentaba un artículo científico a una revista de impacto lo hacía básicamente por dos motivos: (i) por mejorar su currículum y dar un impulso a su carrera profesional, y (ii) por ver reconocido su trabajo entre sus colegas. Pues bien, hoy en día, el impacto solo se refiere al primer nivel y está dejando de lado cada vez más el segundo. La primera medida de alguien que quiere reconocimiento a su trabajo no es ya acudir a revistas, sino buscar una proyección en la Web. De alguna manera, las claves de la promoción viral y basada en redes de proximidad-lejanía en otras áreas como la música o el arte, también se replican en el mundo científico. No es que ya no se lean revistas científicas. No es que no se referencien las citas de unos artículos en otros (este blog, por ejemplo, está plagado de referencias a revistas y libros). Lo que está ocurriendo es que, cada vez más, la fuente de inspiración, validación y contraste se encuentra fuera del ámbito de lo científicamente estructurado. Fuera de lo que la academia sigue aceptando como válido en este momento. Los debates son inexistentes en las revistas científicas e, incluso, lo son en las reuniones científicas donde los profesionales acuden a transmitir unas ideas que ya han sido definidas con anterioridad. Como en la música y las tendencias, el impacto, la influencia y el prestigio científico dependen del posicionamiento en la Web. También en la ciencia, la transferencia de los modelos de producción y transferencia se está llevando hacia la Web. Al ámbito abierto del ciberespacio.
Quizás el área donde este fenómeno se manifiesta con más fuerza sea en la ciencia social preformativa. Kip Jones acaba de enviarme un resumen de las entradas a sus últimas video-creaciones en Google Video.El título del e-mail es sugerente: ‘Kipworld videos on the web break 1,000 viewing mark’ (Los videos de Kipworld en la web superan las 1.000 visualizaciones). Este es el resumen:
"Fall River", 109 visionados, 2 descargas; "I Can Remember the Night", 313 visionados, 7 descargas; "The One About Princess Margaret", 155 visionados, 3 descargas; "Thoroughly Post-Modern Mary", 102 visionados, 8 descargas; BU PerformSocSci Masterclass, 52 visionados, 1 descargas; Bournemouth U Centre for Qualitative Research Conference Sept 2006, 164visionados, 3 descargas; Circles within Circles -Swansea, 109 visionados, 3 descargas.
En total: 1004 visionados y 27 descargas, en un tiempo de 3 meses.
Estos datos serían impensables en una revista científica convencional. Pero, lo más importante, ¿puede alguien pensar que esos vídeos no constituyen una fuente de inspiración para otros colegas como ningún oto trabajo en revistas científicas e, incluso, en muchos de los mejores congresos internacionales sobre métodos cualitativos?

Seguimos.

Monday, October 02, 2006

Workshop: Social Science in Search of its Muse...

Bournemouth University Centre for Qualitative Research
Supported by AHRC, Arts Council England, DTI and ESRC through the "Nature of Creativity" scheme presents four workshops in Performative Social Science
Social Science in Search of its Muse: Exploratory Workshops in Arts-related Production and Dissemination of Social Science Data

The Workshop Series will afford opportunities for participants to engage in hands-on experiences of working with concepts and tools from the arts and humanities in producing and disseminating research to wider audiences and/or in expanding teaching and practice—facilitated by artists, poets, performers and filmmakers. A series of four workshops over nine months will aim to expand the means of production and dissemination available to us to in order to move our work to new and more creative levels.

Workshop 1: "Stimulating creativity"
November 24th 2006
Facilitators: Drs Fran Biley and Tris Westwood

Workshop 2: "Songs without Words"
January 15th 2007
Facilitators: Megan Long, Ted Mackney and Dr Kip Jones

Workshop 3: "Visual Ways of Knowing"
March 7th 2007
Facilitators: Drs Amanda Ravetz and Rosie Read

Workshop 4: "Rhythm and Blues: Turning to the body"
May 8th 2007
Facilitators: Profs Carol Picard and Dawn Freshwater

# Who should attend the workshops?

We are looking for participants from a wide range of backgrounds—from researchers, students and teachers to artists and performers. These might include post-grad students, researchers, and practitioners from both the arts and sciences and from a wide variety of disciplines, including social science, media, healthcare, social care, business, the arts and education. We are interested in cross-pollination, from discipline to discipline and forming new alliances across borders. Imagination is the only prerequisite.

# How much will it cost?

The workshops are free and transportation costs will be provided, supported by the funding institutions. Workshops will take place from 10 am to 3 pm at Bournemouth, and lunch will be provided. Spaces are limited and will fill up fast!

Please email cqr@bournemouth.ac.uk for more details about the workshops and how to apply.

Sunday, September 24, 2006

de mapas y artefactos en investigación y representación cualitativa...

"Hace cuatro años, cuando tuve por primera vez un teléfono móvil con cámara integrada, descubrí una herramienta increíble que podía capturar fragmentos de realidad y además difundirlos de inmediato a través de aquel gigantesco megáfono que es Internet". Así abre un artículo imprescindible en Babelia, el suplemento cultural de El País, sobre el videoartista Antoni Abad, último galardonado en los Premios Ars Electrónica.
Las resonancias entre el arte y la ciencia ofrecen muchas posibilidades de representar significados en la investigacion cualitativa. Ésto, que es el centro de interés de la Ciencia Social Performativa, se pone especialmente de manifiesto cuando se emplean tecnologías digitales como herramienta de investigación central. Ese es el caso de un tipo de aproximación etnográfica que está más allá de la visión de las TIC como campo de estudio, y se ocupa de integrar a aplicaciones y artefactos (digitales y analógicos) en el proceso de indagación cualitativa. El propio Abad sintetiza estas ideas cuando afirma: "mis obras combinan arte y tecnología, tiene vertiente antropológica y sociológica".
Una segunda idea extraida del artículo procede de Canal Accesible, el trabajo que dió lugar al premio Ars Electrónica. Esa idea es la del mapa como forma gráfica de representación y acción. Según Abad, "con Canal Accesible se pasa de la descripción de la realidad a la denuncia y la reivindicación, que se materializa en un mapa, en permanente actualización, de los puntos negros de la Barcelona inaccesible: barreras arquitectónicas, dispositivos adaptados que no funcionan y casos de incivismo". La idea de mapear la realidad de acuerdo con los significados cualitativos que mantienen la tensión entre contexto y discurso construido en/a-partir-de-éste, es una forma de representación ciertamente potente. Google-Maps permite plasmar esta tensión en la Red y hacer accesible contexto y discursos a otros agentes interesados. También ciertos enlaces analógicos pueden apoyar la construcción: "Cada idea tiene su forma de materializarse (...) las exposiciones y el libro que se acaba de publicar deben considerarse enlaces analógicos al proyecto (...) en ciertos casos son más eficaces los medios analógicos", afirma Abad.
Seguimos...

Friday, September 22, 2006

"The One About Princess Margaret", by Kip Jones 2006



"Princes on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made"
--Bob Dylan, 'Like a Rollin' Stone', Copyright 1965 Warner Bros, Inc.

[video-performance]

Tuesday, August 22, 2006

a vueltas con lo performativo, el arte y la ciencia...

El post del otro día de Tiberio me dejó un tanto pensativo. Tiberio no es de la personas que hable por hablar. Más bien es lo contrario. Sus comentarios (a menudo divergentes) suelen partir de reflexiones meditadas y abordan los asuntos clave en cualquier conversación.
Qué tiene de arte la ciencia y qué de científico el arte es uno de esos temas recurrentes en cualquier manual de iniciación al diseño de investigación. Lo que resulta interesante es plantear esa pregunta a propósito de un método o estrategia concreta de investigación, como puede ser la etnografía. Para no aburrir, centraré mi reflexión en torno a solo dos textos sobre campos distintos de la etnografía. Esos textos aparecen en la tercera edición del Handbook of Qualitative Research editado por Norman K. Denzin e Yvonna S. Lincoln y tratan temas bastante significativas. Evidentemente la selección es subjetiva y se justifica por mis propias afinidades en el terreno de la investigación.
En Critical Ethnography: The Politics of Collaboration, Douglas Foley y Ángela Valenzuela pretenden “subrayar las diferencias entre los ‘etnógrafos críticos’ que hacen crítica de la cultura académica, los que escriben estudios de política aplicada y los que se implican ellos mismos directamente en movimientos políticos” (p. 217). En el artículo se muestra que “no todos los etnógrafos críticos son políticamente activos. No todos generan conocimiento que es al tiempo teorizado/universalmente y practicado/localmente. No todos emplean la reflexión y los métodos de investigación colaborativos” (p. 217). Esto es así por varias razones –entre otras por la dificultad de llevar a la práctica una investigación etnográfica sin cruzar la barrera de la intervención directa y parcial--, una de las cuales plantea derivadas interesantes para el tema de la representación en investigación cualitativa. El artículo muestra que para aceptar ciertos métodos es preciso cambiar antes los esquemas de “la academia”. Foley y Valenzuela se toman a sí mismos y a su departamento en la universidad (Departamento de Antropología, Universidad de Texas, EE. UU.) como casos de estudio, para dar cuenta de lo arriesgado que es hoy en día caracterizar como críticas las prácticas políticas y metodológicas de los seguidores actuales de la corriente. Y ello porque, hoy por hoy:
“El problema para muchos etnógrafos críticos es que su conocimiento debe ser político [pero] de una forma académicamente aceptable. Consecuentemente, muchos académicos progresistas pasan buena parte de su tiempo escribiendo y publicando críticas culturales que satisfagan las demandas de la academia y de sus colegas” (p. 222).
Haciendo un paralelismo, resulta evidente la necesidad de que “la academia” y los agentes interesados adecuen sus métodos de evaluación de los resultados de la investigación no ya a la idiosincrasia de lo cuali, sino a las distintas formas de hacer investigación cuali. Lo preformativo no tendrá cabida en la investigación cualitativa hasta que la barrera de la evaluación (en sentido amplio) sea superada, al menos en el contexto español.
El segundo artículo traído a colación es Arts-Based Inquiry: Performing Revolutionary Pedagogy, de Susan Finley, referido a la “utilidad de las aproximaciones basadas en el arte cuando el objetivo es el activismo político” (p. 681). El artículo comienza con una cita de Norman Denzin (2000) [The art and politics of interpretation. En N. Denzin & Y. Lincoln (Eds.), Handbook of qualitative research, Thousand Oaks, Sage, 500–515], para quien la investigación basada en el arte puede contribuir a elaborar “una ética estética radical… [que] fundamente sus representaciones del mundo a partir de prácticas interpretativas que permitan desarrollar [entre otras cuestiones en boga] la crítica del racismo, la homofobia y la teorización del Tercer Mundo postcolonial”. La autora considera el uso de los medios tecnológicos en los movimientos sociales como creadores y soportes de esferas alternativas del discurso público. Su uso por parte del investigador conlleva trasladar su rol hacia una posición más artística y activa, que le permita participar en las representaciones, expresar las dinámicas relacionales y reducir los datos a una escenografía determinada. Ahora bien, el resultado perseguido no será, en ningún caso, una simple grabación multimedia, sino una performación social. Finley ha desarrollado últimamente sus ideas en dos trabajos muy sugerentes: At Home At School (AHAS) documentary: Ethics and power in using film in arts-based research y Whose Voice Is It?: The colonizing potential in creating social performances and participatory films, ambos presentados en el programa del Second International Congress of Qualitative Inquiry, May 4-6, 2006, University of Illinois.
Evidentemente no siempre estas ideas han de ser puestas en favor del activismo político –-aunque sea en ese campo donde muestran su mayor potencial--, sino que pueden emplearse igualmente en la investigación cotidiana.
Muy a propósito de ciertas noticias recientes en mi entorno, no deja de tener gracia el giro que sobre estas mismas cuestiones hacen Kath Fisher y Renata Phelps [Recipe or performing art? Challenging conventions for writing action research theses, Action Research, Vol. 4, No. 2, 2006, 143-164]. En su artículo estos autores trasladan las teorías performativas al terreno resbaladizo de la presentación de tesis doctorales basadas en métodos cualitativos. Hay una ruptura evidente entre lo que esas tesis teorizan y la realidad de su presentación, basada siempre en el “modelo-de-los-cinco-capítulos”: introducción comprensiva, revisión de la literatura, metodología, análisis y conclusiones. Pero,
“¿Qué hay de los estudiantes que han asumido la investigación-acción? ¿Son esas convenciones aplicables? ¿Puede hacerse encajar su proceso de investigación menos convencional en el recipiente de los cinco-capítulos y seguir siendo cierto en la práctica? ¿Están tomando un riesgo inaceptable por desviarse de lo convencional? ¿O pueden [mejor] escribir sus tesis más de acuerdo con el ‘arte preformativo’ que es la investigación-acción? (Dick, 2002) [Postgraduate programs using action research, The Learning Organization, 9 (4), 159–170]”
A mi modo de ver, el uso de lo performativo y del arte en la investigación cualitativa trata de responder principalmente a estas cuestiones.
Seguimos...

Tuesday, August 15, 2006

(re)presentando (ciber)etnografías (ii)...

Uno de los principios de la ciencia performativa tiene que ver con el mismo método que emplea. Según McCall (2000) [Performance ethnography: a brief history and some Advice, en N. K. Denzin y Yvonna S. Lincoln, Handbook of Qualitative Research, Londres, Sage, 421-435] las investigaciones de este tipo se caracterizan por mostrar en primer lugar los resultados del estudio y, solo después, discutir acerca del proceso. Los resultados no aportan información del proceso. Son aportes que plasman las representaciones y significados en la mente del investigador en diálogo con su objeto. En primer término la reflexión se produce en el terreno del investigador, pero en el momento en que éste muestra su producto es el sujeto observador/participante quién introduce sus propias significaciones. En palabras de Denzin (1997, p. 20)) [Interpretative Ethnography: Ethnographic Practices for the 21st Century, Thousand Oaks, EE. UU., Sage], “el propósito del investigador no es poner sucesivamente algo que ‘se parezca a la verdad’, más bien se trata de contrastar múltiples verosimilitudes, múltiples verdades”.
Llevado al terreno etnográfico, la aplicación de ese principio deviene en el uso del multimedia para ofrecer representaciones: cine etnográfico, experimentación etnográfica, (video)etnografía, etc. Un ejemplo excelente de ello aplicado a una entrevista biográfica puede verse en Jones (2006) ["I Can Remember the Night", performance inédita]:


[audio]

Desde luego, las representaciones culturales del ciberespacio son de otro orden. Simplemente, introducen las ya conocidas cualidades de la Web (interactividad, interoperatividad, sincronía/asincronía y demás) y convierten una performance en un medio de expresión enriquecido… por consiguiente, en un medio de (re)presentación enriquecido. En el terreno artístico existen multitud de modelos y métodos de producción con los que explorar para hacer (ciber)etnografías. Pero para la ciencia social es igualmente necesario fundamentar teórica y epistemológicamente sus prácticas.
La “estética relacional” (Bourriaud, N., Relational Aesthetics, Dijon, Francia, Les Presex du Reel, 2002) tiene algo que decir en ese sentido. El término “arte relacional” se refiere a una serie de prácticas artísticas que tienen su punto de partida teórico en las interacciones humanas y sus contextos sociales. “Para Bourriaud el arte está hecho del mismo material que los cambios sociales… Si los cambios sociales son lo mismo que el arte, entonces ¿cómo podemos representarlos?” (Jones, 2006).
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Friday, August 11, 2006

(re)presentando (ciber)etnografías...

“El cine etnográfico captura un lenguaje diferente al de la etnografía escrita, y por tanto constituye una importante herramienta de investigación, sin embargo, las formas escritas y habladas de investigación cualitativa tienden a hacer sombra a los medios visuales” (Catalán, 2006, par. 5).
¿Es posible hablar de webs etnográficas en la forma en que nos referimos al cine etnográfico? La respuesta es YouTube. YouTube (y otros sitios como él) permiten crear narrativas audiovisuales similares al lenguaje cinematográfico, pero con un grado de libertad mayor que enlaza con la cultura de la modernidad-digital.
Cuánto de grande sea esa libertad en la web y cómo hagan uso de ella los investigadores para generar narrativas etnográficas es la siguiente pregunta. De nuevo Laura Catalán (íbid.): “Las películas etnográficas no son únicamente la suma de etnografía y cine; como proceso de representación y como un producto de este proceso, la película etnográfica implica un lenguaje nuevo y diferente (…) En el caso de la técnica audiovisual, esta presencia [del investigador en el contexto] es extremadamente cercana y vívida, mientras que en el proceso de escribir la ausencia es mucho mayor debido a la distancia espaciotemporal.” Haciendo traslación directa de las palabras de Catalán al ciberespacio, se diría que las web etnográficas no deben ser simplemente textos a los que se le añade la retórica socio-antropológica de los estudios etnográficos. Veamos algunas derivadas interesantes:
# Por un lado, es cierto: más allá del texto existe un amplio plantel de opciones que lo digital ofrece al investigador. Ahora bien, para llevarlas a cabo hay que atender previamente a una idea que Joan Mayans deslizó en el Workshop: Investigando el mundo digital. Joan comentaba que para hacer etnografía virtual es preciso reflexionar --en un nivel de igual a igual con el resto de elementos-- sobre las paradojas de la tecnología en tanto que herramienta. Y ¿por qué es tan necesario desmitificar la tecnología? Según Mayans, sencillamente porque Internet es imprescindible para desarrollar el método de la etnografía virtual. Sin conocer las bases tecnológicas de la red no es posible entender los anclajes de las conductas en ese entorno. Ello requiere además alejarse del excesivo “sociocentrismo” de las clásicas aproximaciones en ciencias sociales, ya que no es posible (re)presentar o reflexionar de forma consciente sobre los datos obtenidos en una etnografía virtual haciendo uso de las herramientas de la Web sin conocer previamente la tecnología que hará posible esas representaciones.
# Además de conociendo de la tecnología, también es preciso integrar en el la web etnográfica otros elementos (esto, obviamente, es compartido por el cine etnográfico). Citando a Spradley (1980) [Participant observation, New cork, Holy, Rinehart, and Winston, 1980]: “el ‘sitio’ es uno de los tres aspectos de una ‘situación social’. Los otros dos aspectos son los ‘actores’ y las ‘actividades’ o la ‘acción’. Un sitio físico puede ser la base para una situación social en la medida en que los otros dos elementos estén igualmente presentes”. Parece que los sitios virtuales etnográficos necesitan también actores y actividades, y no solo un espacio virtual donde hacer cosas. Y de esto se ocupa la (ciber)etnografía performativa.
# Una última derivada es el papel del texto escrito, cuya presencia en la etnografía virtual puede justificarse recurriendo a los clásicos. Hammersley y Atkinson (1994) añaden a propósito de la afirmación de Geertz [The interpretation of cultures, NY, Basic Books, 1973] de que “los etnógrafos escriben”, “ (…) los etnógrafos hacen algo más que eso. Pero la escritura se encuentra en el centro de la empresa etnográfica (…) la disciplina de la escritura supone un conocimiento del trabajo materializado. No puede ser aprovechado y desarrollado mediante la pura reflexión.”
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Tuesday, August 08, 2006

a vueltas con la (re)presentación en investigación cualitativa...

La forma de presentar los datos en investigaciones cualitativas es un aspecto central a menudo soslayado. Esto, que afecta desde siempre a investigaciones en el campo físico, se vuelve especialmente crítico en los estudios cuali sobre/de/en/ el ciberespacio. El mismo Joan Mayans dio cuenta de ello en su etnografía sobre los canales de Chat [Ver “Género Chat. O cómo la etnografía puso un pie en el ciberespacio”]. Si no recuerdo mal, Joan optó por presentar compiladas las producciones verbales de los internautas tal y como habían sido generadas, en formato texto escrito y sin representación alguna. Para salvar la brecha con la realidad de los canales de Chat —en el modo en que los usuarios entendían esa realidad—, recurrió a una explicación previa muy clarificadora sobre la aportación de los emoticonos a la comunicación paraverbal.
La ciencia social “preformativa” aboga por trasvasar esa línea, para lo que recurre a la estética a fines de (re)presentar los datos obtenidos en la investigación. Dado que la realidad es una construcción social —e Internet lo es especialmente—, el compromiso con la verdad y el mismo valor de la investigación está en obtener una visión lo más ajustada posible a las representaciones que los sujetos, en diálogo con el investigador, hacen de los “temas” (puede que la terminología de los “temas” remita en exceso al método etnográfico, pero es apropiada a este caso) generados (inducidos) en el estudio. En mi opinión, este discurso, de claras raíces postmodernas, puede ser la base para representar igualmente los datos de investigaciones cualitativas en una modernidad-digital definida a partir de la estructura social-cultural de Internet y toda la parafernalia a su alrededor.
Tomaré un ejemplo clarificador de un artículo ya aludido de Kip Jones [Jones, Kip (2006). A Biographic Researcher in Pursuit of an Aesthetic: The use of arts-based (re)presentations in “performative” dissemination of life stories. Qualitative Sociology Review, Vol. II Issue 1, pp. 66-85]. Kip (re)presenta del siguiente modo los textos narrativos de una historia de vida:



Pero, ¿cómo se llega a ese nivel analítico? Kip explica su personal proceso inductivo: “Comienzo a construir un representación estética a través de una inmersión inicial en los datos y la subsiguiente discusión, con un espíritu colaborativo y de forma intuitiva. Por ejemplo, elijo un color en la paleta para cada período histórico que ella [la entrevistada n. d. r.] describe, y que es reflejo de una etapa (por ejemplo, la vida cuando era chica en las praderas del oeste: tonos terrosos; los años de la guerra: rojo y negro; los sesentas: colores sicodélicos calientes). También tomé una pista de la narración de Mary donde habla de un estilo de escritura particular desarrollado por ella misma” (Jones 2006, p. 77). Esta última trascripción sobre su el estilo de escritura de la entrevistada queda como sigue [puede verse la transcripción completa en Jones, Kip (2004, September). Thoroughly Post-Modern Mary [A Biographic Narrative Interview With Mary Gergen]. FQSorum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research [Online Journal], 5(3), Art. 18]:



Desde el enfoque de la ciencia performativa es posible pues representar los datos verbales (ya sean en soporte escrito o hablado) recurriendo a la estética gráfica, de manera se vea reflejada la construcción social a la que se alude.
En mi opinión, sería deseable recurrir a ese tipo de técnicas para (re)presentar datos de investigaciones cuali en el entorno del ciberespacio, a fin de lograr su mejor contextualización. Hasta donde se, siguiendo esta línea se está trabajando ahora con el multimedia digital y la estética del diseño gráfico como herramientas...
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Monday, August 07, 2006

'performative social science' en la "modernidad digital"...

Lo mas interesante de trabajar en un centro de investigación cualitativa es que la gente se pasa el rato hablando de cosas como significado, representación, performación, etc. Y esos conceptos se llevan a cualquier asunto cotidiano: programas de radio, eventos, el tiempo, series de televisión… y películas, sobre todo películas.
Trabajando más en serio, Kip me ha mostrado hoy parte de su trabajo en investigación performativa (que yo traduciría por representativa, de la representación). Este enfoque se ocupa de los efectos de las acciones en forma de significaciones y del contenido figurado de los acontecimientos presentes, futuros o pasados. Su Aplicación en la investigación cualitativa es diversa: etnografía (performativa), entrevistas en profundidad, observación participante, investigación acción, procesos autoreflexivos, estudios de casos, etc. Para una idea más concreta, puede verse un excelente ejemplo aplicado a una historia de vida en Jones (2006).
La investigación performativa actual está influenciada por la visión que Norman K. Denzin inció en el artículo “The reflexive interview and a performative social science” publicado en Qualitative Research. Denzin parte de cinco propuestas clave (capaces de sintetizar enfoques enteros) habituales en investigación cualitativa: representación de la entrevista, collage narrativo, entrevista postmoderna, representación de la escritura y etno-dramatización. Él recupera para la modernidad esas aproximaciones con la siguiente sentencia:
“En el comienzo de un nuevo siglo es necesario retomar la promesa de la investigación cualitativa como una forma de práctica democrática radical. La narrativa, interpretada en el contexto de las ciencias sociales, ha sido ocupada. Hasta ahora hemos explicado los relatos tomados del campo. Hoy sabemos que lo que escribimos es cultura, y que esos escritos no son prácticas inocentes. [Porque] solo conocemos el mundo a través de las representaciones que nosotros mismos hacemos de él”.
El proceso metodológico a que da lugar el enfoque de la investigación performativa se podría resumir en otra sentencia, con una potencia tan grande que atrapa: se trata de sustituir las palabras “entrevista” e “investigación” por la palabra “campo”. Por consiguiente, en tanto que elemento central, el campo también deberá formar parte de la (re)presentación de los resultados de una investigación cualitativa.
Como visión y como punto de partida es genial. Pero aun le falta una vuelta para adaptarlo al ciberespacio.
La mayoría de las personas investigando estos temas han crecido en la cultura del cine, de los relatos con comienzo, nudo y desenlace. Se podría decir que llegan a trasladar esa estructura narrativa a la interpretación de las historias de vida. Incluso en los casos en que representan esas historias de vida con multimedias. Pero hoy en día está presente la lógica de lo inmediato, muy vinculada con la cultura pop: el video-clip de dos minutos, las capturas de los móviles, los clips en la red, el discurso fraccionado de los sms, la mensajería instantánea, los post en los blogs, etc. No es solo Internet; la red actúa como soporte y medio de comunicación-conexión. Se trata de un tipo de estructura de comportamiento y una cultura propia de la sociedad de la información o, si se quiere, de la “modernidad digital”.
El proceso de transformación de la investigación preformativa clásica a una de tipo digital podría comenzar dándole la vuelta a esta sentencia de Denzin en el mismo artículo: “Nos hemos convertido en una sociedad de la entrevista [n.d.r. a propósito de la estimación de Holstein & Gubrium (1995), según la cual el 90% de toda información en ciencias sociales procede de entrevistas, incluida la investigación de los medios de comunicación, los servicios profesionales que trabajan con personas y, por supuesto, los investigadores sociales clásicos], una sociedad cinemática, en una sociedad que sabe de si misma a través de la mirada reflejada en los aparatos cinematográficos” [ver también, Atkinson, Paul & Silverman, David (1997). Kundera’s Immortality: The Interview Society and the Invention of the Self, Qualitative Inquiry, 3(3), pp.: 304–25; Denzin, Norman K. (1995)]. Pues bien, donde dice “aparatos cinematográficos”, podría decir simplemente “Internet”.
Entonces, parece no ser casual que en la charla con mis colegas de esta mañana el tema comodín fuera el cine. Yo conocía los títulos de los que hablaban solo por referencias, y ellos desconocían el software más elemental de la Web 2.0. La media de edad en la mesa, sin contarme a mí, era de 45 años. Puede que la brecha generacional (una versión de la brecha digital) explique algo de esto.
Seguimos…